Pues otro evento del que voy a dejar que hablen las fotos. Una jodida maravilla (¿se pueden decir tacos aquí?). No quedaron asientos vacíos, estuvimos una hora de cháchara y risas que a todos nos supo a poco, pude abrazar a gente a la que me moría por abrazar, me hicieron sentir muy acompañada, firmé un montón de ejemplares, nos fuimos luego a un bar a tomar algo y nos reímos hasta las agujetas. Fueron unas horas preciosas a nivel personal y satisfactorias a nivel profesional. Mirad, mirad…